Comenzamos a trabajar para crear
una pieza teatral en base a lo que nos contó una chica que vino de la asociación del Sahara para llevarlo al festival FETESA. En primer lugar se dividió por grupos para trabajar y sobre
la idea del Sahara, con palabras que evoquen, con poemas escrito por saharauis,
historias de personas que viven en los campamentos, todas esas pautas ayudó a
dar forma a la estructura de la obra.
En cuanto a quién hacía cada parte, como siempre se hizo de
forma voluntaria y fueron saliendo por propia iniciativa, a partir de ahí
fuimos llevándolo al escenario y mientras, se iban proponiendo ideas para
mejorar, como es la proyección de la voz, el movimiento, la memorización del
texto.
Con el tiempo la obra fue cogiendo forma, cuando ya estaban
asentadas las partes y quien iba hacer
cada parte, tocaba ensayar y ensayar hasta el día de la presentación de la
obra que fue presentada en el festival
de FETESA, no pudimos ir todos ya que era por la tarde y había gente que
trabajaba.
Llegamos al centro de juventud Algiros, habían varios institutos de
valencia, también que presentaban su obra, hicimos un ensayo para marcar
posiciones y ver la música y la voz cuanto teníamos que alzar la voz.
Salimos los terceros a escena y como es normal había muchos
nervios, nos dieron la señal de salir a escena y comenzó hasta que oímos
aplausos que significaba que habíamos terminado. Dejamos un pequeño detalle que
había que llevar, para los niños del sahara.
En mi opinión, todo este proceso me ha confortado conocer un
punto geográfico que desconocía que es el Sahara Libre, una pequeña comunidad
que vive en el desierto y que está sin protección, que no tiene las comodidades
que hay en Valencia como ir a un centro comercial en época de rebajas, o ir un Burger
o McDonald o algo más necesario como un hospital o una red de agua potable,
esto hace pensar que hay territorios que tienen menos comodidades de las que nosotros
no le damos importancia y algunas son necesarias para todas la personas, pues
bien eso me hace reflexionar que soy una persona afortunada.
El pueblo saharaui es un pueblo unido que mantiene una
esperanza aún latente en una situación difícil, pero que no pierden esa ilusión
de conseguir reivindicarse, sin embargo nosotros por una crisis económica y un
desempleo manejado por la escasez de ideas para arreglar la situación, nos
venimos abajo. Deberíamos aprender un poco más de ello, la ilusión nunca se
debería perder ya que es una de la fuerza motoras que mueven a un pueblo para
seguir avanzado hacia el futuro – presente.
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